El proceso de lavar tu cabello es más importante de lo que imaginas. El realizar un buen lavado de la cabeza, masajear, emulsionar bien el champú, utilizar la medida adecuada de producto, realizar un buen aclarado… Son los condicionantes primordiales para que los productos de cuidado del pelo, que utilizas, actúen con el efecto esperado.
Primer paso es mojar el pelo con agua tibia y después aplicar una cantidad equivalente a una avellana de champú, en el caso de tener el pelo corto o media melena. La medida de una nuez, para melenas más largas. Emulsionar el producto en la mano, y aplicar sobre la raíz y ir masajeando en movimientos circulares el cuero cabelludo. Si es necesario se va añadiendo el agua necesaria para emulsionarlo.
Masajear todo el cuero cabelludo de las sienes hasta el cogote. Dejar actuar unos 3 minutos y después, aclarar con abundante agua tibia y por último aclárate con agua fría ya que favorece la circulación, sella la cutícula y aporta más brillo al pelo. En ocasiones, si no te lavas el pelo todos los días, es recomendable repetir el proceso.